Las tierras de Abertura han despertado la curiosidad y el interés científico a numerosos investigadores, como Mario Roso de Luna, que han datado la presencia humana en todos los tiempos conocidos.
Es un embudo de hombres y animales que han dejado un rastro visible. Las conexiones geográficas y culturales componen un bonito rompecabezas: en la órbita de Trujillo, pero en las Vegas del Guadiana, al final del berrocal de granito de la Sierra de Santa Cruz y en los últimos crestones que domina largas extensiones de tierra hacia el sur, el Guadiana está a un paso.