Los Ancestros

Las tierras de Abertura han despertado la curiosidad y el interés científico a numerosos investigadores, como Mario Roso de Luna, que han datado la presencia humana en todos los tiempos conocidos.

Es un embudo de hombres y animales que han dejado un rastro visible. Las conexiones geográficas y culturales componen un bonito rompecabezas: en la órbita de Trujillo, pero en las Vegas del Guadiana, al final del berrocal de granito de la Sierra de Santa Cruz y en los últimos crestones que domina largas extensiones de tierra hacia el sur, el Guadiana está a un paso.

CULTURA
HISTORIA

La Cañada Real hace de embudo de tiempos y de personas que han dejado un rastro muy visible.

Poblaciones desaparecidas, como la que se investigo en la Dehesa del Noque, donde aparecieron restos de una antigua Citania, o ciudad fortificada sobre una pequeña elevación.

Lo mismo pasa en otras partes del término, donde las labores agrícolas sacan al descubierto un gran número de restos, casi todos de época romana, como en la Dehesa, donde algunos investigadores sitúan una importante población. Todavía podemos ver en el pueblo algunos restos romanos en fachadas y puertas delas casas, casi todos provenientes de allí.

Dicen que antiguamente el pueblo se llamaba San Juan de Retamal, pero no es hasta después de la Reconquista, con la toma de Trujillo, cuando empecemos a tener noticias de Abertura. Siglo XIV.

La iglesia de San Juan Bautista puede ser de las de estilo románico situadas más al sur. Una joyita, como el conjunto de cruces y cruceros que cuentan historias de hace siglos. La ermita también la tildan de románica…

La peña del Águila, cerca del embalse, es uno de los ídolos petreos más curiosos que puedas observar. Seguramente parte de un santurario prehistórico.

Merece también atención la industria textil que fue importante al menos en los siglos XVIII y XIX. Basada en la calidad del lino que se cultiva en la zona, ha dejado muchos restos en la población y en las cercanías.